La Quesería Santo André nace a raiz de la transformación que su propietario, Carlos Reija, realiza en su explotación ganadera en el año 2010, adelantándose a la bajada de los precios de la leche. Hasta ese momento su explotación, ubicada en la parroquia de Barredo, en el municipio de Castroverde (Lugo), se había dedicado únicamente a la producción de leche, aunque siempre pionera. En previsión de la crisis del sector, Carlos Reija decide entonces derivar parte de su producción a la transformación, encontrando en la diferenciación y exclusividad su principal valor.
Aprovechando que su ubicación geográfica está dentro de la denominación de origen Cebreiro realiza una inverión para convertir la corte de los terneros en una quesería, dedicando en principio solamente un porcentaje de su producción láctea a la elaboración de queso y yogur, porcentaje que fue incrementándose hasta que finalmente, en el año 2015, se abandona completamente la producción láctea para centrarse en la elaboración de quesos.